El estreñimiento en tu hij@
El martes 10 de agosto de 2021, publiqué mi primer Live en Instagram, la verdad es que me sentía muy nerviosa porque pues no quería cometer ningún error y esperaba que todo saliera perfecto para que las mamás con niños estreñidos puedan comprender mejor la función del intestino grueso, los cambios en el estado de ánimo en los niños cuando existe algún factor intestinal que los molesta y una leve introducción sobre el estreñimiento. El viernes 20 haré el 2do Live para hablar del círculo vicioso del estreñimiento, y el viernes 27 hablaremos sobre el momento adecuado para empezar el entrenamiento fecal en los niños, espero que todos lo puedan ver.
El intestino grueso es un órgano del cuerpo que muchas veces está ignorado, siempre da gusto hablar del cerebro y el corazón… pero el intestino grueso, el recto y el ano son olvidados sin saber que forman parte fundamental para el bienestar de una persona. Cuando los alimentos digeridos pasan del intestino delgado al grueso, prácticamente son líquidos y sin el intestino grueso o colon, estaríamos con diarrea toda la vida, haríamos popó más de 10 veces al día y nuestras nalgas estarían rozadas siempre. Pero gracias al colon, la popó toma forma porque el agua que tiene se reabsorbe y así se obtiene popó formada. El colon tiene 2 tipos de movimientos, uno que se llama “movimientos de segmentación” que mueve la materia fecal de adelante hacia atrás y así absorbe la mayor cantidad de agua y con el 2do tipo de movimiento “en masa” se puede avanzar la popó desde el colon ascendente (1ra parte del intestino grueso), hasta el recto (este tipo de movimiento en masa, pasa entre 3 a 4 veces durante el día, haciendo que la popó avance poco a poco) y cuando llega ahí empieza una fase que se llama “Fase de vaciamiento fecal”.
Para el vaciamiento fecal se necesita una adecuada relación entre las fibras nerviosas del recto y el cebrero, porque cuando la popó llega al recto, el cebrero debe empezar a buscar algún lugar socialmente aceptable para evacuar y un momento también adecuado; por ejemplo, si estamos en el cine y vienen las ganas de hacer popó, nuestro esfínter fecal permanece cerrado porque el cerebro le dice que no es el momento ni el lugar para evacuar. En un bebé que aún no tiene el entrenamiento fecal, hará popó en el momento en que el recto esté lleno.
Cuando un niño empieza a aguantarse las ganas de evacuar, el colon seguirá absorbiendo agua (porque ese es su trabajo). Algunos niños se aguantan en la casa porque prefieren seguir jugando (eso es algo que como mamá o papá no puedes permitir), pero algunos niños tienen que aguantarse porque están en clase, pero al momento en que la clase termina o tiene el recreo, el niño debe ir al baño a evacuar, porque si pasa mucho tiempo en que se retiene la popó en el colon, se empieza a secar más de la cuenta y así es que empieza el estreñimiento.
Al día siguiente, el niño tendrá nuevamente ganas del ir al baño, si nuevamente se aguanta, la cosa empeorará aún más, llegando el punto en que la popó se hace seca y muy pequeña, como una carne deshidratada, y por eso tu hijo o hija hacen popó como bolitas. Ahora, en algunos niños esas bolitas se unen y forman una “bola grande de muchas bolitas” que actúan como un tapón del recto y cuando llegue el momento en que la popó sea demasiada, tu niño tendrá que ir al baño porque la popó tiene que salir si o si. Tu niño pujará, se esforzará para que la popó salga, pero al ser tan grande y seca, provocará fisuras en el ano y eso duele mucho e incluso puede sangrar. Lo peor se esto es que el esfínter a manera de defenderse y querer cicatrizar, se cierra y no se quiere volver a abrir hasta que sane, pero la popó se forma todos los días sin falta. Entonces, como tu niño tiene dolor, no quiere ir al baño a evacuar y se sigue aguantando y volvemos a empezar el circulo vicioso.
En esos casos el estreñimiento se va haciendo crónico, va estirando las paredes del recto como la liga de un calzón viejo y todo empeora cada vez más. Esos pacientes necesitan algo que se llama “Rehabilitación intestinal”.
La Rehabilitación intestinal llega a ser un poco difícil la 1ra semana, justamente por el miedo y el dolor del niño, apero con adecuado asesoramiento, todo mejora. Te das cuenta que tu hijo ya aprende a haceer popó de forma diaria, las fisuras sanan y el ano se recupera, volvemos a encontrar esta estabilidad en el paciente y cada día come sin miedos y se siente más feliz.
Es necesario que te asesores adecuadamente, debes buscar ayuda de quien conozca y sepa manejar este tema tan importante.
Gracias por leer este blog. Si tienen alguna duda pueden escribirme directamente al whatsapp o al mail que esta en contacto. 😉
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