Las malformaciones anorrectales o MAR (antes conocidas como “ano imperforado”), comprenden un amplio espectro de defectos congénitos del recto y ano que van desde aquellos con un excelente pronóstico funcional, hasta anomalías complejas y difíciles de manejar, a menudo están asociadas con otras malformaciones y un mal pronóstico funcional.
En el desarrollo embriológico existe, en un principio, un reservorio común (cloaca) para el tracto urinario y el intestino distal, apareciendo después un tabique urorrectal que desciende hasta contactar con el periné, induciendo la formación y perforación del ano. En las MAR se asume que los defectos ocurren entre la 4ª y la 8ª semana de gestación y desde ese momento este defecto persiste hasta completar la gestación. Este defecto debe ser diagnosticado por el pediatra que atendió al bebé en el momento del nacimiento.
Las MAR pueden ser defectos aislados o estar asociados a otras alteraciones en otros órganos, como ser el esófago, duodeno, columna, huesos largos, riñones y corazón. Por esta razón, se debe realizar un abordaje completo del bebé para que ninguna alteración pase desapercibida y quede sin tratamiento oportuno. Como Cirujana Pediatra Colorrectal, tengo la experiencia para manejar este tipo de patologías ofreciendo la mejor funcionalidad del nuevo ano del paciente. Este tipo de cirugía requiere mucho detalle para conservar perfectamente el complejo muscular del ano y debe ser realizada por un especialista capacitado.
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